En tanto no haya cuerpos no habrá muertos, dice la gente de los mixes, que frente a la tragedia se niega a dar una cifra y se muestran molestos por el manejo que se ha hecho en los medios de comunicación sobre la desventura de las familias de Santa María Tlahuitoltepec, esta comunidad hoy más lejana que nunca frente a la dificultad que implica llegar a ella, transitando por carreteras cicatrizadas por el paso de manantiales que se convirtieron en arroyos y arroyos que se volvieron ríos furiosos que arrastraron tierra y derribaron árboles y que le han cambiado el rostro a este municipio mixe.
Después de tres día y medio de lluvia, entre el sábado y el mediodía de ayer lunes,
la calma no llega a este municipio de la Mixe alta, que esta mañana nos muestra un
amasijo de tierra y agua, de obras que no se reconocen y de vidas humanas que están
ahí dentro: 11 personas, 8 menores de edad y tres adultos, es la cifra oficial, a la que se
agregan daños materiales en 30 casas y unos 10 inmuebles públicos que han quedado
inutilizables.
A poco menos de 180 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, Santa María Tlahuitoltepec
no es la misma, su rostro es otro, hay mucha gente que viene de fuera, trabajadores
y elementos del ejército Mexicano, maquinaria pesada que llegó durante la noche
tras un largo viaje, por lo que se prevé que si el mal tiempo lo permite, en unas horas
podrían iniciar las labores de rescate para que como nos dijo Sócrates Vásquez,
comunicador de radio Jeenpooj, ahora sí podamos empezar a contar a los muertos y
las muertas.
Alrededor de las 20:00 horas de anoche inició el regreso para muchos, se fueron poco
a poco, periodistas, elementos del ejército, ambulancias, funcionarios y muchos otros
que llegaron por la mañana y tarde de este lunes, la oscura noche impedía seguir, sólo
unos cuantos se quedaron en el silencio de Tlahui, silencio que rompió radio jeempooj
que en mixe hizo un largo recuento y pidió calma.
Hilarino Vásquez viajó desde la ciudad de Oaxaca a buscar a su madre, Isidora Jiménez,
no la encontró en ninguno de los albergues, ni el Centro de Capacitación Musical
Mixe (CECAM)ni en la capilla del Calvario, un conocido le dijo que se había ido a una
ranchería cercana con otros familiares.
Hilarino quien conoce esta comunidad desde que era niño y la visita con frecuencia,
sostiene que esta Santa María Tlahuitoltepec nada tiene que ver con la comunidad
bonita que conoce, es como si estuviera frente a un escenario catastrófico de calles
abiertas y casas hundidas en el lodo. Hilarino estima que son 12, la autoridad piensa
que son 10, explica señalando hacia esas calles abiertas.
Marcelina Velasco dice que desde ayer caminó todo el poblado, que es distinto, que
nunca antes había visto crecer el río Santa Ana, que era antes un arroyo y ahora ha
sido capaz de llevarse la mitad de la escuela primaria y de hundir el centro de Tlahui.
Hay poca gente en la comunidad, pocas mujeres en realidad, la mayoría de ellas están
en los albergues donde no hay silencio suficiente y el temor no acaba de irse, ese
temor fue lo único que las obligó a dejar sus casas, todo lo que tienen y nadie sabe si
volverán o se tendrán que ir… no quieren hablar del tema todavía.
Los hombres ya están de vuelta en la calle aún cuando todavía no amanece, recorren
los barrios, las rancherías como Santa Ana, Rancho Texas, Santa Cruz, Guadalupe
Victoria, Santa Cecilia y las Flores que están muy cerca de Tlahui para mirar en silencio
los daños que se marcaron en las paredes del museo comunitario, la caja solidaria, el
mercado municipal, la casa donde está la radio comunitaria, la Escuela Municipal de
Música su escoleta… y el Bachillerato Integral Comunitario
El silencio de la gente de Tlahuitoltepec, pareciera como un ejercicio en sus memorias
para recordar cómo era este municipio hasta hace unas horas, como queriendo
retener la imagen de la que fuera considerada la más bonita comunidad de los 17
municipios donde se encuentran asentados los mixes, los jamás conquistados.
Este fenómeno ya se había repetido, recuerda el maestro Nachito, quien dice que
en 2002 en Metaltepec a 30 kilómetros de Santa María Tlahuitoltepec, ocurrió un
hundimiento de tierra derivado del reblandecimiento de la tierra provocado por las
lluvias, entonces hubo siete personas fallecidas.
Tras todas las cifras y los equívocos esta mañana fría, muy fría, Santa María
Tlahuitoltepec se levanta de la pesadilla, sin que sus habitantes resguardados en
albergues ni siquiera pudieran dormir.
Ya nadie quiere hablar de quien empezó el equívoco, algunas personas hablan del
nerviosismo del Comisariado de Bienes Comunales, Donato Vargas, quien ante la
magnitud de los hechos ocurridos a las 4 de la mañana de este lunes, empezó a llamar
y a decir lo que había sucedido en tono más que alarmante.
La confusión siguió durante varias horas y las cifras se hicieron oficiales a las 15:00
horas, en los mixes, la gente de Santa María Tlahuitoltepec dice que hasta que no
tengan los cuerpos no habrá muertas ni muertos.